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Bienvenidos a este sitio dedicado a la divulgación científica sobre temas de paleontología,

más precisamente enfocado a la fauna prehistórica y la historia de su evolución hasta los

animales actuales.

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19/08/2018 Día del niño en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”



Detalles

Fecha:
August 19
Hora:
3:00 pm - 4:30 pm
Precio:
$50

Organizador

Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”

Lugar

Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”
Av. Ángel Gallardo 490 
Ciudad Autonoma de Buenos Aires, Buenos Aires 1605 Argentina
 Google Map

Museo de Ciencias Naturales de Buenos Aires

GALERIA DE IMAGENES 1







Museo de Historia Natural, Londres, Inglaterra.

Este museo es un centro de investigación de referencia a nivel mundial, especializado en taxonomía, identificación y conservación. Dada la antigüedad de la institución, muchas de las colecciones poseen un enorme valor tanto histórico como científico, por ejemplo, los especímenes reunidos por Charles Darwin. Sin dudas es uno de los museos más importantes a nivel mundial en su rubro.




Vista de la entrada principal al anochecer.

Historia

La fundación de la colección vino de la mano de sir Hans Sloane (1660-1753), quien permitió al gobierno británico adquirir sus notables colecciones a un precio muy por debajo de su valor de mercado en aquella época. La compra se realizó con los fondos obtenidos de una lotería. La colección de Sloane, que incluía plantas secas, animales y esqueletos humanos, fue albergada al principio en Montagu House, Bloosmbury, en 1756, donde se halla el Museo Britanico. 

Las obras comenzaron en 1873 y fueron completadas en 1880. El nuevo museo abrió en 1881, aunque el traslado desde el viejo museo no se completó hasta 1883. Tanto los interiores como los exteriores del edificio de Waterhouse hacían un uso importante de baldosas de terracota que resistiesen la polución del Londres victoriano, manufacturadas por Gibbs and Canning Limited. Las baldosas y ladrillos muestran muchas esculturas en relieve de flora y fauna, con especies vivientes y extintas que aparecen en las alas oeste y este respectivamente. Esta separación explícita fue petición de Owen, y se ha visto como una refutación del intento de Darwin de unir especies presentes y pasadas mediante la teoría de la selección natural.

GALERIA DE IMAGENES 1
Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, Buenos Aires, Argentina.

Este museo es uno de los más importantes de América, tanto por su valor histórico, arquitectonico, y por la calidad y diversidad de su colecciones. Dentro del ámbito del museo funciona el Instituto Nacional de Investigación de las Ciencias Naturales, donde se llevan a cabo actividades de investigación en los diversos campos de conocimiento de las ciencias biológicas y naturales. 



Fachada de una de las dos entradas principales,
sobre la AV. Ángel Gallardo.

Historia

El origen del Museo Argentino de Ciencias Naturales se remonta al año 1812, oportunidad en la que el Primer Triunvirato, por inspiración de Bernardino Rivadavia, invitó a las provincias a reunir materiales para “dar principio al establecimiento en la Capital de un Museo de Historia Natural”. Esta iniciativa se concretó en 1823, mediante una resolución firmada por Rivadavia, entonces ministro de Martín Rodríguez. En un principio el museo funcionó en las celdas altas del Convento de Santo Domingo (1826-1854) y en la vieja Procuraduría Jesuítica de la Manzana de la luces hasta que en el año 1937 el presidente Agustín Pedro Justo inauguró la primera etapa del nuevo y gran edificio actual, cuya construcción continuó durante los siguientes años. Primero se levantaron los dos volúmenes de los extremos, y luego se culminó conectándolos con la extensa fachada de mayor altura.

Esqueleto de Toxodon platensis, ubicado en la sala del Cuaternario.

Colecciones 

El museo es uno de los más completos de América Latina, albergando 23 Colecciones Nacionales​ de las cuales 21 son de registros biológicos, con un estimado de 1,5 millones de especímenes.



Salas permanentes

  • Aves. Un innovador recorrido, visual y acústico, de las diversas aves que habitan los distintos ambientes de la Argentina. En otros puede observarse una gran vitrina dedicada a la sistemática de las aves argentinas. Allí se presentan, ordenadas de manera taxonómica, un total de 230 especies y se ofrece información de cada una de las familias presentes en Argentina.
  • Geología. Distintos tipos de minerales, sus localizaciones, sus usos en la humanidad, la historia de la Tierra y algunos meteoritos hallados en Argentina.
  • Acuario. Variada colección de peces autóctonos de agua dulce y salada, además de especímenes disecados, como los "serruchos" del pez sierra.
  • Malacología. Esta sala contiene una gran compilación de moluscos autóctonos de agua dulce, salada y terrestres, con grandes infografías y explicaciones sobre los distintos usos que les da el hombre.
  • Fondo del mar. La sala cuenta con un gran diorama, con reproducciones de especies que habitan el mar Argentino y sus alrededores.
  • Antártida. Cuenta con especímenes disecados de gran cantidad de animales de la Antártida, tales como equinodermos, aves, peces, mamíferos acuáticos y un gran cráneo de cachalote
  • Paleontología. Una sala muy importante en cuanto a la cantidad y calidad del material original y las réplicas exhibidas, como las reproducciones del Patagosaurus, el Piatnitzkysaurus, el Amargasaurus, el Carnotaurus, el Herrerasaurus y el Eoraptor, además de variadas plantas y piñas fosilizadas, así como algunos mamíferos cuaternarios no expuestos en su sala, como el Megatherium y el Smilodon.
  • Paleontología del Cuaternario. En esta sala se encuentran los esqueletos montados, con partes originales y partes réplicas, de los animales que habitaron la Argentina luego de la extinción de los dinosaurios, tales como los gliptodóntidos, el Megatherium y el Macrauchenia.
  • Artrópodos. Gran colección que comprende variados especímenes de ciempiés, insectos, arácnidos y crustáceos, con grandes infografías que explican los sistemas de órganos de estos animales y su relación con el hombre en la ecología.
  • Historia del Museo. A lo largo de su vida, el Museo se alojó en distintos lugares, como las celdas altas del Convento de Santo Domingo, la Manzana de las Luces y algunos edificios de la plazoleta de Montserrat, hasta la inauguración en 1937 de su actual edificio. En esta sala se exhiben muebles y objetos que fueron parte de su historia.
  • El mundo de las plantas. Se puede observar una gran variedad de plantas, desde los más pequeños organismos microscópicos, hasta las más evolucionadas, a través de completas infografías, además de poder observarse en las vitrinas como crecen, se alimentan y reproducen las plantas, y su uso en la vida humana.
  • Anfibios y reptiles. Mediante infografías, ejemplares conservados y calcos, se puede apreciar la gran variedad de sapos, ranas, tortugas, lagartos, yacarés y serpientes que habitan la Argentina, con vitrinas que muestran las adaptaciones de estos animales a diversos modos de vida.
  • Mamíferos actuales. Grandes esqueletos de focas o delfines y monos embalsamados, son algunos de los animales que pueden observarse en esta sala, acompañados de completas explicaciones en infografías, y ambientaciones y dioramas mostrando los mamíferos en su entorno natural.
  • Osteología comparada. En esta sala se observan las distintas maneras en que la evolución, a través de los huesos y cartílagos, ha permitido a los animales adaptarse a su medio.


Salón de Paleontología.

Misión

El Museo Argentino de Ciencias Naturales, ámbito único por historia y patrimonio, integra a la investigación, la conservación, la exhibición, y la educación para que toda la comunidad pueda descubrir, comprender, valorar y disfrutar la naturaleza (que incluye al hombre), sus procesos y diversidad, con énfasis en nuestro territorio.
Plano interno de los salones.


    Visión

    Generar un mayor interés en la ciencia y consciencia ambiental por parte de locales y visitantes extranjeros.

    Políticas

    • Coleccionar.
    • Investigar.
    • Conservar, exhibir y custodiar del patrimonio.
    • Divulgar la ciencia, entendida como la interpretación de la información científica para transmitirla a los distintos tipos de público posibles.
    • Que el público construya a través de su experiencia previa y la visita al museo su propio conocimiento. Donde el visitante pueda asumir un rol activo, participando en todas las ofertas educativas, involucrando su dimensión emocional y construyendo su propio conocimiento.
    • Complementar la educación formal (visitas articuladas a la currícula escolar).



    FOSILES


    La única razón por la que sabemos que los grandes Dinosaurios y otros animales extintos existieron es gracias a... 

    Los fósiles (del latín fossilis, que significa ‘excavado’) son los restos o señales de la actividad de organismos pretéritos. Dichos restos, conservados en las rocas sedimentarias, pueden haber sufrido transformaciones en su composición (por diagénesis) o deformaciones (por metamorfismo dinámico) más o menos intensas. La ciencia que se ocupa del estudio de los fósiles es la paleontología. Dentro de la paleontología están la paleobiología, que estudia los organismos del pasado —entidades paleobiológicas, que conocemos solo por sus restos fósiles—, la biocronología, que estudia cuándo vivieron dichos organismos y la tafonomía, que se ocupa de los procesos de fosilización. Pero profundicemos más, para saber exactamente...

    ¿Qué son los fósiles?

    Los fósiles son los restos o marcas de animales extintos, que después de muertos sus cuerpos o marcas de su actividad se han conservado de alguna manera. Los fósiles más comunes se encuentran en las rocas, pero también pueden ser encontrados en el hielo o en el ámbar, savia de los árboles que corría por el tronco y después de un tiempo se endurecía preservando animales o vegetales en su interior. Este material conservado puede ser formado de cualquier tipo de organismo, sin embargo los más comunes son animales vertebrados o que tienen alguna parte dura, generalmente ósea en el cuerpo y que logran superar la descomposición.
    También hay fósiles de bacterias, invertebrados como insectos y plantas, pudiendo ser encontrados enteros o fragmentados. Pero los fósiles pueden ser constituidos de huellas o marcas dejadas, no sólo partes del propio animal, a veces aparecen en forma de huellas, marcas de cola, huevos, nidos, excrementos, etc, son considerados Icnofosiles.

    Fósil original de Ammonita de Las canteras de Solnhofen (Alemania).
    Fotografía por Mara Myers.

    Muchos investigadores consideran que el resto de un ser vivo debe tener más de 11.000 años para ser considerado fósil, si se encuentra organismos preservados que sean más recientes son considerados sub-fósiles. Sin embargo otros consideran que cualquier vestigio de cualquier período geológico del pasado de la tierra puede ser considerado fósil. Hasta hoy, la paleontología, ciencia que estudia los fósiles, describe y clasifica los fósiles en 2 tipos principales que puedes ver a continuación.
    • SomatoFósiles. Son los fósiles que más llaman la atención, ya que están compuestos de partes del cuerpo de un ser vivo extinto, como dientes, caparazones, conchas, huesos, hojas, troncos de árboles o partes blandas de los animales, que rara vez se preservan.
    • Icnofósiles. Compuestos por indicios de que un ser vivo estuvo o vivió en un lugar determinado, como huellas, cáscaras de huevos, excrementos o heces conservadas por la mineralización o desecación, refugios o cuevas donde vivieron animales etc.


    Reconstrucción de réplica, a partir del fósil, de el esqueleto del famoso T-Rex "Sue",
    exhibido en el Museo Field de Historia Natural de Chicago. Fotografía oficial del Museo.

    ¿Cómo se forman los fósiles?

    Los fósiles, somatofósiles, icnofósiles, se forman después de que los restos del cuerpo es enterrado.Son tres las formas de preservación, mineralización, fundición y moldeo y carbonización que conservan los restos durante millones de años.
    1.- Mineralización
    Son procesos en los que los huesos y los icnofósiles se forman. Los restos del cuerpo reciben una adición de minerales o una alteración de los minerales originales existentes en el hueso, que acaban convirtiendo los restos prácticamente en roca, con el que se conoce por la petrificación. Son buenos ejemplos los troncos de los árboles, grandes huesos y caparazones.
    Dentro de la mineralización destacamos dos modos de fosilización que puedes ver a continuación.
    1.1 Recristalización: El organismo original no se conserva en su material original, el hueso, por ejemplo, que es reemplazado en su mayor parte por algún otro mineral y la estructura o forma del fósil es modificada parcialmente.
    1.2 Epigenización: Este proceso se divide en dos tipos.
    • El primero, la permineralización, se produce cuando el material original del organismo sufre una adición de minerales que penetran en el hueso, por ejemplo, dejando este petrificado y más pesado, ya que además del material original se suma el peso de los minerales añadidos por el tiempo.
    • El otro proceso es conocido como pseudomorfosis, donde la forma original del organismo se mantiene pero su material es totalmente reemplazado por otro mineral.



    Fósil original del oso Arctodus pamparus, Museo Argentino de Ciencias Naturales, Bs. As. Fotografía de Sergio Palma.



    2.- Carbonización
    Se produce cuando hay una pérdida de sustancias volátiles (oxígeno, hidrógeno y nitrógeno principalmente), dejando una película de carbono. Es más frecuente en estructuras formadas de lignina, quitina, celulosa o queratina. Esta ocurre cuando restos de plantas o de animales son aplastados debajo de una roca.
    3.- Fundición y Moldes:
    Son impresiones en negativo (no representa el organismo como realmente es, sólo un molde invertido) o positivo (representa el organismo como realmente es, o sea, una copia), de partes de los organismos o de sus icnofósiles. Se forman los moldes en 3 tipos.
    3.1 Exterior: forma una impresión del organismo en negativo, como la piel de un animal o la superficie de una concha. El organismo está cubierto en su parte exterior por un tipo de material, como el barro, por ejemplo, y su cuerpo con el tiempo se queda el formato del organismo en el barro que se convierte en roca, sin embargo para que esto ocurra es necesario que los restos tengan alguna superficie con hendiduras, agujeros, textura irregular y que sea un tanto resistente, para que el material que formará la impresión pueda penetrar allí y se solidifique. Ver el molde exterior de una concha de abajo.

    Fósil original de la extraña mandíbula inferior del tiburón Helicoprion.
    Colección privada, Chicago, USA. Imagen por ©R. Thommpson.


    3.2 Interior: forma una impresión interna del organismo, comúnmente ocurre en conchas. El molde es negativo y se forma cuando el barro o cualquier otro material penetran en el interior de los orificios y dentro del resto del animal y este acaba cuajando. El cadáver se descompone y queda un molde de la parte de adentro de la concha o del organismo en cuestión. En el ejemplo vemos un molde interno de la concha de la misma especie que se muestra arriba, en un molde exterior.
    3.3 Contra de molde: forma una COPIA del organismo original, pero es más difícil de producirse naturalmente, pues para que el contra molde sea hecho es necesario que primero un “primer molde” interno o externo del sea hecho. Este molde se rellena con algún material y formaría una copia del organismo que formó el “primer molde”.



    Fósil de una rana de 90 millones de años hallada en China, conservada en ámbar
    junto a un escarabajo que probablemente fuera su presa. Fotografía de ©Lida Xing.


    Generalmente este proceso es utilizado para hacer artificialmente la copia de algo, como por ejemplo, de una huella. La huella de carbono es un molde externo, que al ser llenado con un material que le da la forma del “pie” de este material. Para probar esto, usted puede hacer una experiencia en casa. Coge algún objeto, puede ser un muñeco de dinosaurio, por ejemplo, que tenga el pie bien definido, como un terópodo, y use un poco de arena para hacer una superficie plana. En la arena fuerza el pie del muñeco hasta formar una huella y retire lentamente para que ella quede entera. Verás que queda un agujero con la forma del pie, a continuación, utilizar alguna sustancia que pueda secarse después, como yeso en polvo diluido con agua para formar una masa que se debe utilizar para rellenar esta huella, muy despacio. Dejar secar y retirar la arena y verá que una copia del pie del dinosaurio se formó en yeso.

    Otro proceso de fosilización es la momificación, que preserva el organismo casi como en la vida. Este proceso es muy raro de que se produzca porque se conserva gran parte del animal, que por lo general se descompone en su mayor parte, pero cuando se produce, es necesario que el cadáver quede atrapado dentro de un material impermeable y resistente a la descomposición. Los materiales que surten un mejor resultado es el hielo, que conserva los tejidos blandos con la baja temperatura y el ámbar, resina de los árboles que se seca muy resistente e impermeable, ambos proporcionando una momificación total del animal.

    Fósil original del pes Mioplosus labracoides, que data del Eoceno, Formación Río Verde, 
    Lago Fósil, Wyoming, USA. En venta en linea por Fossiles-UK.com

    También puede suceder la momificación en la roca, pero esta generalmente es parcial. Recordando que cuando un cadáver se encuentra atrapado en el hielo y no permanece en él por mucho tiempo, como los Mamuts y otros animales de la Era del Hielo, no se fosiliza realmente y esto sucede porque cuando se forma un fósil, los restos se sustituyen o son impregnados con minerales convirtiéndolo en roca, pero los animales encontrados en el hielo, congelados debido al hábitat frío en que vivieron son momificados en el hielo y no llegaron a fosilizarse, o sea, cambiar sus moléculas orgánicas por las moléculas de la roca.

    Aún me queda hacer un comentario sobre el icnofósil, que en realidad son registros o marcas de actividad biológica en un lugar determinado. Huellas, nidos, cáscaras de huevos, rastros de cola, heces entre otras marcas de la actividad biológica, estos son considerados icnofósiles porque no formaban parte del cuerpo del animal, sino porque fueron abandonados por él.

    Sendero de huellas de saurópodos, terópodos y ornitópodos, en la costa Noroeste del
    Lago Ezequiél Ramos Mexía, El Chocón, Chubut, Argentina. Fotografía por Alex Rebolledo.

    Existen algunas impresiones formadas en las rocas por los minerales o la acción de otros elementos de la naturaleza, estas impresiones son conocidas como pseudofósiles (falsos fósiles), ya que, en apariencia, representan fósiles de plantas, entre otros organismos, pero en realidad no pasan de manchas en las rocas. Algunos fósiles son llamados “fósiles de transición” porque son de organismos extintos que representan la transición de una especie a otra en la historia evolutiva del planeta Tierra.
    Un gran error que se produce en los medios de comunicación cuándo se habla de fósiles de transición, ya que por lo general los periódicos o sitios de noticias usan el término “ESLABÓN PERDIDO” para referirse a los fósiles de transición, lo que desde el punto de vista paleontológico, es incorrecto, dar el título a todo el fósil de transición.
    Cangrejo cacerola, ejemplo de los llamados "fósiles vivientes",
    en el Acuario de Gijon, España. Fotografía de ©Pedro Vega.


    El eslabón perdido sería un fósil que ayude a exclarecer toda la línea evolutiva de un determinado grupo animal, pero estos fósiles transitivos en general ayudan a resolver dudas pero en parte, no dando a los investigadores información sobre el linaje. Otro término que implica fósil es uno que genera mucha polémica, en este caso sería el empleo del término “Fósil viviente”, que generalmente se refiere a animales que han sobrevivido durante millones de años sin modificar su apariencia, hábitos o metabolismo. Estos animales no son seres inmortales, o dinosaurios vivos.



    Celacanto (Latimeria chalumnae). Fotografía por ©National Geographic.


    El término “fósil vivo” es de mi punto de vista un tanto exagerado, ya que los animales a que se refiere, como el sphenodon por ejemplo, un reptil de Nueva Zelanda, que desde su nacimiento, poco ha cambiado sus características, pero no quiere decir que sea la misma especie que vivió hace millones de años. Son DESCENDIENTES de animales extintos, pero que conservan las características de sus antepasados.
    Otro ejemplo de estos animales son los peces Celacantos (Coaelacanthimorpha, Celacantimorfos) que muchos consideraban extintos después de encontrar un fósil de millones de años, pero hace algunos siglos pescadores capturaron ejemplares vivos de este tipo de pescado en la costa de África, siendo que la especie actual es muy similar a la especie extinta.





    Fuentes:

    -Rudwick, M.J.S. 1987. El significado de los fósiles. Hermann Blume.
    -Antón, Mauricio. El secreto de los fósiles, Aguilar, 2006 ISBN 978-84-03-09762-9
    -Briggs, D. E. G. 1991. «Extraordinary fossils.» American Scientist 79:130-141.