Género: Disputado; Machairodus o
Nimravides.
Especie: Machairodus catocopis.
Pronunciación: Mah-care-o-dus.
Significado: Diente
de cuchillo.
Filo: Chordata.
Subfilo: Vertebrata.
Clase: Mammalia.
Orden: Carnívora.
Familia: Felidae.
Subfamilia: Machairodontinae.
Tribu: Machairodontini.
Dieta: Carnívoro.
Tamaño: Medía unos 1,7 m de largo
y 90 cm de alto. Pesaría unos 100 kg.
Período: Mioceno
medio – Plioceno
temprano hace 10,3 a 4,9 Ma.
Descripción: Cope,
1887..
Hallazgos del fósil: Kansas
y Texas, Estados Unidos.
Características y comportamiento: Si bien todas las especies Machairodus poseen colmillos caninos agrandados, parecen ser intermedios entre los caninos de tamaño normal y los caninos más grandes exhibidos por otros gatos similares. Estos dientes combinados con proporciones agazapadas y un físico robusto han llevado a especular que el comportamiento de caza de Machairodus fue el de la emboscada. La descripción popular de la caza de Machairodus es en realidad el mismo método que se ha propuesto para la mayoría de los otros gatos pesadamente construidos con caninos agrandados, estando al acecho y saltando hacia una presa desprevenida, mordería en un área crítica como el cuello para la mejor oportunidad de cortar una arteria. Con una herida de este tipo, la presa sucumbiría rápidamente a la pérdida de sangre y colapsaría, lo que permitiría a Machairodus comenzar a comer.
Si bien Machairodus tiene un gran número de
especies atribuidas al género, en realidad se pueden dividir en dos formas
distintas de basal y avanzada. La forma más avanzada tiene un antebrazo más
largo y una región lumbar más corta que dio como resultado la parte posterior
de la más avanzada, así, comienza a descender hacia la parte trasera. Otro gran
gato prehistórico llamado Homotherium tiene un plan corporal similar pero más
extremo, esa es en parte la razón por la cual se cree que es un posible
antepasado de Homotherium. Machairodus también comparte otro rasgo similar con
sus caninos agrandados, en que cuando los individuos de ambos géneros eran
jóvenes, los bordes delanteros y traseros de los caninos estaban serrados, pero
se desgastaban en los primeros años de vida.
Analizando a esta especie en particular,
tendría el tamaño aproximado y las proporciones corporales de un tigre moderno,
pero algo más grácil con extremidades más largas, así que sería más liviano y
rápido. Un buen equilibrio entre corpulencia y agilidad, ésta cualidad le habría
dado versatilidad tanto para la emboscada como para una carrera algo larga.
Como era habitual en los Machairoideos, estaba armado con dientes caninos
superiores alargados y aplanados lateralmente con márgenes aserrados que le permitían
matar presas grandes casi instantáneamente a través de la pérdida masiva de
sangre.
Con
respecto a la clasificación de M. catocopis, años después de su descripción
original, fue eliminada del género Machairodus y asignada a Nimravides, un
cambio que reflejó la creencia de que era parte de un linaje nativo de gatos
que había evolucionado en América del Norte durante muchos millones de años.
Esos cambios en la clasificación se hicieron sobre la base de fósiles
fragmentarios, pero hace varios años, en las colecciones del Museo Americano de
Historia Natural (Nueva York), Mauricio Antón et al. encontró un par de
especímenes no descritos que estaban increíblemente bien conservados, y le
parecieron llamativamente similares a los fósiles de Machairodus aphanistus que
estába encontrando en los sitios fósiles de Cerro Batallones, en España.
En
el año 2013, en colaboración con sus colegas Manuel Salesa y Gema Siliceo del
Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), finalmente pudo ver en detalle la
anatomía de esos maravillosos fósiles estadounidenses, y encontró que las
similitudes con los especímenes españoles eran muy grandes. Este estudio, publicado
en el Journal of Vertebrate Paleontology, indica claramente que Edward Drinker
Cope (¡en 1887!) tenía razón desde el principio para clasificar a este animal
en el género Machairodus. Es claro que está muy relacionado con el felino de
Batallones, al encontrar sus fósiles en un sitio de España, lo consideraríamos
una forma ligeramente más avanzada del mismo grupo. Las edades geológicas de
las dos poblaciones son consistentes con la posibilidad de que los ancestros de
M. catocopis llegaran a América del Norte como parte de una ola migratoria del
Viejo Mundo.
La
anatomía craneal de Machairodus catocopis se evaluó a través del estudio de un
espécimen bien conservado del sitio temprano de Hemphillian en Sebastin Place
(Kansas) y mediante comparaciones con otros machairodontos miocenoamericanos y
eurasiáticos, para resolver sus afinidades y obtener una visión más clara. Las
similitudes con los homotheridos del Mioceno del Viejo Mundo son demasiado
extensas como para ser el resultado de una evolución convergente, especialmente
considerando la evolución en mosaico de diferentes adaptaciones de machairodontos.
Las hipótesis que sugieren que M. catocopis es parte de un linaje nativo
americano originado en un felino, en lugar de machairodontino inmigrante, no
está justificado por motivos anatómicos o evolutivos. La sucesión de especies
de felinos dientes de sable en el Mioceno americano se explica mejor como el
resultado de tres eventos de inmigración. Una primera inmigración de un felido
de grado Pseudaelurus condujo a la evolución de especies primitivas como
Pseudaelurus intrepidus y Nimravides pedionomus. Una segunda inmigración de una
especie de el grado de Machairodus aphanistus en la época del "evento
Hipparion" daría lugar a la evolución de M. catocopis. El Machairodus
coloradensis de la especie Hemphilliana tardía, es claramente un miembro del
linaje de Anphimachairodus Turolian del Viejo Mundo, y sería el resultado de un
tercer evento de inmigración.
Fuentes: PREHISTORIC WILDLIFE. Diario de paleontología de vertebrados. SABERTOOTH, M. Antón.
excelente informacion amigo saludos
ResponderEliminarGracias¡
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